El una mirada anterior a la pandemia por COVID-19 no antecede un mundo solido en términos de sistema económico y social, pero los efectos de la crisis se han extendido a todos los ámbitos de la vida humana, lo que altera las dinámicas de relación, paraliza las economías y genera cambios profundos en las sociedades. La pandemia ha evidenciado y exacerbado grandes brechas estructurales en el mundo, y los costos de la desigualdad se han vuelto insostenibles.
Solo por mencionar algunos estragos generalizados que se viven a consecuencia de la emergencia sanitaria a nivel mundial, se enlistan:
- El desplome masivo del comercio mundial.
- Las inversiones directas se han reducido de la misma manera que las remesas.
- El gasto público es insuficiente para hacer frente a los costos de la pandemia.
- El endeudamiento fiscal de los países en desarrollo y subdesarrollados.
- Recesiones económicas en países emergentes; esto ocasionará el aumento en la pobreza y una creciente inequidad en el mundo.
- Se reducirá la demanda para oficinas y se desconcentrarán las ciudades.
- Se profundizará la sociedad digital global.
- Se acelerará la automatización y la inteligencia artificial; aumentará el desempleo.
- Conciencia de nuevas pandemias y del cambio climático.
- Se invertirá mucho más en prevención para lidiar con emergencias globales.
La pandemia global ha revelado de golpe lo vulnerables que son las sociedades: no están preparadas para choques repentinos. Sin embargo, las crisis son también momentos para tomar decisiones; abren posibilidades de un cambio profundo. Por eso es esencial mirar detenidamente en qué se gastarán los fondos que se están movilizando ahora. La pandemia (COVID- 19) una crisis múltiple con desafíos transnacionales, debe diseñar también las respuestas correspondientes. Las crisis acumuladas solamente serán superadas con enfoques políticos y civiles junto con paquetes de financiamiento mucho más acorde a las necesidades y exigencias del cambio que se requiere para remodelar la economía bajo una orientación climática. En todo el mundo se necesita urgentemente una ofensiva de inversión en energías renovables, eficiencia energética y movilidad libre de CO2.
El geógrafo y antropólogo Jared Diamond, ha escrito que todas las civilizaciones que sucumbieron en el pasado, ya fuera por guerras cruentas, catástrofes climáticas o descalabros comerciales, compartían un denominador común: las pésimas decisiones que tomaron sus gobernantes para salir de cada una de esas crisis.
“Viven en una burbuja de confort que les hace estar convencidos de que el camino seguirá en línea recta. Hasta que se ven cayendo por el precipicio”. Jared Diamond, geógrafo y antropólogo.
El científico teórico francés; Servigne (Versalles, 43 años) se ha convertido en uno de los teóricos del hundimiento más escuchados gracias a la repercusión de sus últimos libros, en los que pronostica la convergencia de distintas crisis que podrían conducirnos hacia una vorágine irreversible.
Servigne, opina que en 2030, el mundo habrá cambiado totalmente. Antes de ese año se producirá un «hundimiento social”, pronostica un preocupante rebrote del fascismo en varios puntos del planeta. No cree en una guerra civil, “en las peores crisis siempre ha vuelto a surgir una solidaridad. La naturaleza humana no es la maldad».
“La única manera de sobrevivir a este siglo será a través de la Ayuda Mutua” Pablo Servigne, científico francés.
El problema es que rigen instituciones antisociales que pregonan la agresión y desmantelan los cuidados. El Estado parece una institución destinada a desaparecer.
“Es demasiado costosa, puede hundirse por una crisis energética, cuando empiece a escasear el petróleo, y también por la falta de confianza que inspira su relato común […] Es una aspiración a largo plazo, porque el Estado es el producto de 500 años de historia violenta, capitalista y colonial. Pero, a corto plazo, y aunque no le parece deseable, afirma que el Estado tiene el monopolio de la cohesión social. Las sociedades no están listas para vivir sin él”.Pablo Servigne, científico francés.
Por último, la pandemia por Coronavirus ha marcado la época, persistirá mucho después de la remisión del virus. Cuando acabe la crisis inmediata, muchas personas habrán sufrido daños inimaginables, un gran número habrá perdido a seres queridos, muchas personas se encontrarán sin empleo y tal vez sin hogar, además se habrá experimentado la angustia y la soledad del aislamiento social.
Pero también se habrá ganado algo: la posibilidad de elegir; salir al mundo de nuevo a retomar la vida de calidad, cuidar del planeta, reconstruir, reinventar y renovar la vida humana.
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Fuentes
- El País (03-Mayo-2021) Pablo Servigne: “La única manera de sobrevivir a este siglo será la ayuda mutua”.
- Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Marzo 2021)”Panorama Social de América Latina 2020”.
- Amnistía Internacional (30-Marzo-2021)”Después de la pandemia podemos hacer mejor las cosas”.
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