La Huesuda es ávida lectora, siempre tan conocedora, su misión es conmovedora: encontrar a la mejor escritora. Llegó a las puertas de la Fundación, dijo: vine este año con una misión, que no está sometida a votación, !Vente Elenita, vámonos al panteón! Leo tus libros y opiniones, entre los vivos llenas corazones, la sororidad es una de tus funciones, lamento que al llevarte cause confusiones.
Cuidado Poniatowska, te conoce bastante; reconoce el legado que has dejado, en los “Premios del Mictlán” te han nominado, planea con AMOR llevarte al instante. Sabe que en ti hay resiliencia, a generaciones cambiaste de consciencia, pones las injusticias en evidencia, pero se aferra a llevarte la muy necia. Pide clemencia el gremio y la audiencia, no le importa la pandemia ni la contingencia, dice que no tiene paciencia, ¡Lástima! se quedará con impotencia. Elena se queda con nosotros, espéranos muchos más años no te la lleves, te rogamos, todavía tiene mucho que darnos a los mexicanos. ¡Hasta pronto flaca! suerte el próximo año, con la pandemia nos hiciste mucho daño, nos dejaste dolor de gran tamaño, no cumpliste tu misión, te llevas un regaño.
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En este artículo:calaverita literaria, Elena Poniatowska, Fundación
Escrito por
Jorge Luis Terreros Sánchez
Persona y personaje. Comunicador-comunicólogo por convicción; un ser humano entusiasta de temas de carácter colectivo, interesado en causas sociales, gustoso de escribir para contar historias en distintos formatos y, cuando se puede, humorista.
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