Me reconozco como amante y defensora del derecho animal. El fallecimiento reciente de Gary mi perrito de diez años y la amputación de una pierna de Yami, la perrita de una amiga muy querida, me han hecho reflexionar sobre los derechos de los animales en México. La historia de Gary y Yami se cruzan porque ambos fueron rescatados de las calles. Gary era un chihuahua utilizado como perro de monta para vender sus crías; su elevada edad ya no le permitió ser usado para tal fin, así que fue abandonado en la calle. Cuando lo encontramos sufría de ataques epilépticos, desnutrición severa, piel maltratada, uñas extremadamente largas y no estaba esterilizado, eso nos llevó a pensar la marca de su existencia. Tras dos años de ser parte importante de nuestra familia y de recuperar su salud, dejó este mundo después de varios días fulminantes de ataques epilépticos, producto de los ocho años de cautiverio y abuso. Su vida se apagó, no sin antes enseñarnos lo cruel que puede ser una persona hacia un ser tan pequeño e inofensivo como lo era Gary.
Según datos del Instituto Nacional de Geografía y Estadística (INEGI) en 2016 había 19.5 millones de perros en todo el país, para 2017, 57 de cada 100 personas tenía una mascota en casa, de estas el 89% eran caninos (INEGI 2016; INEGI, 2017). Para 2018, según el Consejo Nacional de Población (CONAPO) el número de perros domésticos aumentó 20% con respecto al 2008 (CONAPO, 2018). No hay datos sobre la compra-venta de perros de forma clandestina e ilegal en México, sin embargo, por ejemplo en Europa, en 2019 la venta de perros y gatos ascendió a 1.300 millones de euros al año, lo que equivale a 31.4 millones de pesos mexicanos (Carreras, 2019). Las condiciones de cautiverio en las que viven muchos perros en los criaderos de México, es deplorable, no se respetan las regulaciones que protegen la vida digna y saludable de las y los pequeños; sufren de tortura, desnutrición, estrés y enfermedades crónicas que acaban con su vida prematuramente.
El negocio lucrativo e ilegal no es el único factor que pone en riesgo el bienestar animal, el abandono es un problema muy recurrente sobre todo en la periferia de la Zona Metropolitana del Valle de México. Yami es una perrita mestiza, la encontraron en la carretera Huehuetoca- Zumpango junto con otro perrito de la misma camada, entre milpas de riego y terrenos baldíos, lugares comunes de abandono para perros y gatos. Yami fue adoptada y no corrió con la misma suerte que los demás perros que son discriminados, atropellados, que muchas veces mueren de frío, enfermedad o hambre. Según datos de la Asociación Civil Boehringer Ingelhiem en México, el 70% de los perros se encuentran en condición de calle y 8 de cada 10 cachorros que nacen en esta situación, mueren antes de cumplir su primer año (Boehringer Ingelhiem, 2017).
La violencia hacia los animales no para con la adopción; los actos de negligencia que sufren muchas mascotas es muy recurrente por parte de establecimientos veterinarios que ven la salud animal como un negocio lucrativo. Después de tener sus primeros años de felicidad con su nueva familia, Yami sufrió un accidente que derivó en una contusión en una de las muñecas delanteras, el primer médico que la revisó optó por enyesar la zona lesionada; las semanas de recuperación transcurrían con normalidad hasta que su familia empezó a notar algo extraño; del yeso se desprendía un mal olor, la llevaron al médico, pero este ya no la quiso atenderla. La familia acudió con otro médico, quien les explicó que ya no se usaba el yeso en los animalitos desde hace muchos años y en su lugar se debió colocar una férula, porque eso le podía causar daño como ya se lo había causado a Yami. Cuando le retiraron el yeso, su patita tenía una enorme herida y se le sentía fría, les dijeron que no se podía hacer más, la trasladaron a otro hospital, la internaron, le sacaron una placa que vio un cirujano y un ortopedista, la valoración no fue positiva, no había forma de salvarle la patita y se la amputaron.
El caso de Yami no es el único, hay cientos documentados por asociaciones civiles y grupos como la Organización Mundial de Protección Animal, que han visibilizado innumerables negligencias hacia las y los cachorros. Muchos establecimientos veterinarios optan por formas lucrativas de llevar la salud animal, tal es el caso de la industria farmacéutica veterinaria, que deja ganancias billonarias anuales. ZOETIS una empresa multinacional derivada de Pfizer, es un claro ejemplo con ingresos de 6.3 Billones anuales, incursionando en más de cien países en todo el mundo (ZOETIS, 2020). Tanto la industria farmacéutica como la veterinaria se han convertido en un negocio redondo, son contados los establecimientos que velan por una vida digna para los animales, que son producto en gran medida de una lógica que prioriza la capitalización económica, más que la salud y el bienestar de los animales.
Las graves violaciones a los derechos de los animales demuestran el grado de civilización en la que nos encontramos como sociedad. El maltrato, el cautiverio, la tortura, la ineficiencia en los servicios de salud, la venta ilegal, la comercialización lucrativa, la reproducción animal en masa, el abandono y la muerte, son estragos que han dejado millones de víctimas inocentes. Las cifras seguirán creciendo si no se garantiza la última reforma realizada en enero de 2021 al artículo 87 BIS 2 de la Ley General del Equilibrio Ecológico y la protección al Ambiente, que regula el trato digno, la proporción de agua, alimentos suficientes y nutritivos; un ambiente adecuado para el descanso, movimiento y estancia; atención médica preventiva y de calidad. Se vela por el trato digno en las condiciones de captura, cautiverio, comercialización, cuarentena, entrenamiento; se prohíbe la explotación y sacrificio de los animales. Además, el mismo artículo marca que es deber de los municipios y alcaldías, la esterilización gratuita, el trato digno y respetuoso en los centros de control animal regional, además de garantizar campañas de concientización, vacunación, esterilización y adopción constante en todos los rincones del país.
En memoria de Gary, un guerrero sobreviviente de la humanidad voraz.
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Fuentes
- Boehringer Ingelhiem (2017) Día internacional del perro callejero, México.
- Carreras, María (2019) ¿Pensando en comprar un cachorro estas Navidades? El horror detrás del comercio con animales “de compañía”,
- CONAPO. (2018). Consejo Nacional de Población.
- INEGI. (2017). Censo Nacional de Gobiernos Municipales y Delegacionales.
- INEGI. (2016). Encuesta Nacional de los Hogares (ENH) .
- Ley General del Equilibrio Ecológico y la protección al ambiente (2021).
- Zoetis. (2021). Zoetis .
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