El Estado de México es considerado uno de los Estados con mayor tasa de embarazos en cuanto al sector adolescente, ya que de acuerdo a estadísticas de la Secretaría de Salud, se registran al menos 80 mil embarazos de adolescentes cada año en la entidad mexiquense.
El Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) ha registrado el porcentaje de nacimientos en adolescentes durante una serie anual de 2010 a 2019 por entidad, en donde en el Estado de México en 2010 se mantuvo un porcentaje del 18.8 por ciento mientras que para el 2019 la cifra se redujo al menos a un 17.1 por ciento de nacimientos en menores de 20 años de edad.
Se estima que el embarazo en el sector adolescente tiene un elevado riesgo de muerte materno-infantil en todo el país, no sólo en el Estado de México, puesto que la mayoría de los embarazos no son planificados por los jóvenes.
«En México cerca de 40% de los embarazos no deseados ni planificados se presentan en jóvenes entre los 15 y 19 años de edad. En este mismo rango de edad ocurre el mayor número de muertes materno-infantiles según el Consejo Nacional de Población (CONAPO) del gobierno mexicano».(Torreblanca, 2019, p 9)
Asimismo, entre las causas que explican la gestación en población joven se encuentran la falta de educación o escolaridad, la deficiente o nula educación sexual, el falta de acceso a métodos anticonceptivos y la marginación o pobreza; sin embargo, el embarazo en menores de 10 y 14 años de edad se manifiesta mayormente en el sector indígena y víctimas de violencia de genero.
«Datos ofrecidos por organismos de salud en México indican que la madre adolescente llega a tener una mayor cantidad de hijos en comparación con quien tiene su primer hijo en la adultez. De igual manera esos niños generalmente reciben poco apoyo emocional y estimulación intelectual, desarrollando pocas habilidades y capacidades para el aprendizaje, los cual es visible cuando entran a preescolar, pero que pueden ir arrastrando en los siguientes niveles educativos».
(Torreblanca, 2019,p12)
Finalmente, el embarazo a edad temprana trae consigo consecuencias psicológicas y físicas para la vida de la madre; el desarrollo del feto se lleva a cabo en condiciones de riesgo que aumentan el peligro de muerte. La escasa oportunidad educativa y laboral perpetúa la falta de información al respecto y muchas veces, derivado incluso de tradiciones y costumbres, el embarazo juvenil se normaliza en comunidades de condiciones de pobreza y marginación.
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Fuentes
- Instituto Nacional de Estadística y Geografía. INEGI
- (Junio-2019). Torresblanca, O. Embarazo Adolescente. ¿Cómo ves?
- (2012). Diagnostico «Sobre embarazo adolescente en municipios del Estado de México»: Centro Interamericano para a Productividad y la competitividad S.C. (CIPCO)
- (2018). Consecuencias socioeconómicas del embarazo en adolescentes en México: UNFPA
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