Ay Huesuda tan amable... ¡Te aplaude el respetable! Tú siempre bohemia, yo, sufriendo la pandemia. No es que uno no te quiera pero tu presencia constante desespera. Te llevaste a muchos mexicanos, se salvaron los más sanos. Ya anduviste muy ocupada sabemos que eres despreocupada, échanos la mano, camarada... De ese virus no queremos volver a saber nada. Ay huesuda, sigues en ayunas... Que bueno que ya nos pusimos las vacunas. A pesar de tu visita inoportuna, vivir en México es una fortuna. ¡Ya, flaca! Ni te esfuerces, al pueblo mexicano no lo vences. Tragamos tamales, chiles y frijoles, sobrevivimos hasta temblores. Estamos superando la mala racha, coopera, no seas gacha. Ya basta de fatalidad, Regresaremos a la normalidad. Después de la tempestad viene la flaca, espero que esto sea un sueño y amanecer con resaca, yo sé que no eres mala, mi estimada, ya no queremos a ninguna familia abandonada. Si que la vimos complicada, esta situación está superada la rachita será olvidada, ¡Venga, México! Soñar no cuesta nada.
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En este artículo:calaverita literaria, México, Pandemia
Escrito por
Jorge Luis Terreros Sánchez
Persona y personaje. Comunicador-comunicólogo por convicción; un ser humano entusiasta de temas de carácter colectivo, interesado en causas sociales, gustoso de escribir para contar historias en distintos formatos y, cuando se puede, humorista.
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