Este es nuestro momento de salir a gritar nuestro descontento. Se acabó, ¡ya no tenemos miedo! Esto es a lo que yo llamo unión, Con todas mis hermanas que están aquí conmigo, Pero sobre todo para las que ya no están, para las que se fueron, o mas bien, fueron asesinadas. ¡Qué desgracia! ¡qué impotencia!, ¡qué molestia! ¡qué amargura! Terminar con la vida de alguien parece tan fácil, de una escasa envergadura. Lo más cruel es la falta de empatía y la falta de comprensión. Vamos por nuestro camino que es el que hemos elegido. No vamos solas, vamos acompañadas; somos hermanas, hasta camaradas y todas estamos enojadas por las que has matado y no nos quedaremos de brazos cruzados. No quiero que pasen 10 años y mi madre no sepa si ya me comieron los gusanos, si sí me sepultaron o si solo me tiraron en una bolsa, o peor aún, si solo me aventaron junto a una roca. La violación, la tortura y la amargura no es para mí, no es para ninguna; esto no es normal, en México no me quiero quedar, pero sé que huir no es la solución, la solución es la educación. Nadie es mejor que nadie, se trata de una dualidad que no se ha sabido respetar, si quiero abortar ¿Por que te pones a opinar? O si quiero ser madre ¿Por qué te pones a votar? Nadie lo pidió, justo cómo no se pidió que las violaras o que abusaras de la fuerza, Por favor ,ten conciencia, algo no permitido está prohibido .¿Qué parte no has entendido? No es mi culpa y nunca lo será. Yo me vestiré como quiera y eso no es de tu incumbencia. Deja de criticar, deja de juzgar, se trata de mi libertad y de mi integridad. Las mujeres ya no se dejan, no sé acomplejan, ahora se complementan. Si no te conozco te respetaré, te defenderé y te acompañaré en lo malo, en lo que necesites. Así no seas mi amiga, eres mujer y, al igual que yo, te quiero viva, libre, fugaz, tenaz, bonita, rebelde, inteligente y ardiente. Que nos secuestren y nos maten es normal en toda esta entidad. Ya no solo buscamos igualdad, también buscamos seguridad. Buscamos un poco de amor y un poco de comprensión. Parece que es imposible que no merece ser intangible. ¿Hasta cuándo entenderás que se trata de una vida de verdad? Con sueños y con metas, No somos muñecas que harán lo que tú digas o dirán lo que tú piensas. Somos mujeres reales; queremos estudiar, trabajar, nacer, crecer y morir porque así es la vida, no porque tu enfermedad lo decida, no porque tu locura lo sugiera o tu boca lo diga. Tenemos pasiones y miedos deja de influir en ellos. No acabes con nuestros sueños. Sigue tu camino, deja a la armonía y la paz crecer en esta ciudad. Déjanos pensar que la felicidad y la tranquilidad son una posibilidad real. Somos fuego, somos miedo; Somos valentía, somos armonía; Somos vida, somos atrevidas; Somos color, hemos sido rencor; Somos tristeza, somos belleza; Somos felicidad, hemos sentido ansiedad; Somos solidaridad, somos como el mar; Somos inteligencia, somos conciencia; Somos asertividad, somos amistad; Somos dolor, somos amor y somos perdón. Seremos respetadas, seremos valoradas, seremos amadas. Y, aunque suene imposible, algún día seremos libres, Y si tiene que haber fuego, algún día viviremos sin miedo.
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Escrito por
Chelsea Salazar Padilla
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