El Valle del Mezquital dice NO al parque industrial de «economía circular»

Tula, Hidalgo a 8 de diciembre de 2025. Organizaciones sociales, médicos, activistas y ciudadanos reafirmaron la negativa al proyecto propuesto por Alicia Bárcena a través de la Semarnat y el Gobierno Federal para restaurar la Región Tolteca y su zona de sacrificio de emergencia sanitaria. Lo consideraron como peligroso y con la puerta abierta para incrementar la devastación ambiental, la contaminación y las enfermedades en los habitantes, quienes ya padecen cáncer y leucemia.

En una conferencia de prensa, los participantes expresaron su preocupación por la imposición de un parque de economía circular en los terrenos de la fallida refinería, señalando que la región ya es un «infierno ambiental» declarado en 2019 por el entonces secretario, Víctor Toledo. Se destacó que cuatro municipios (Atitalaquia, Atotonilco de Tula, Tula de Allende y Apaxco) son los mayores productores de contaminación, albergando una refinería, una termoeléctrica, cementeras y más de 350 industrias.

Se denunció que la Semarnat y Daigo informaron 113 días de alta contaminación en 2024 sin avisar a la población, violando el derecho a la información y a un medio ambiente saludable. Estudios del Instituto de la Atmósfera de la UNAM revelaron la presencia de 13 cancerígenos en el ambiente de los municipios núcleo. Además, se criticó el privilegio otorgado a la industria en el uso del agua, mientras las comunidades sufren racionamiento.

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Isabel Reyes, de Tlamaco, compartió testimonios de familiares y vecinos fallecidos por cáncer y leucemia, atribuyendo estas enfermedades a la actividad industrial, incluyendo una fábrica de agroquímicos que explotó en 2013 y sigue operando. Hizo un llamado a la destitución de la secretaria de Semarnat, Alicia Bárcena, por considerarla una «traidora» a México al promover el proyecto.

El Dr. Refugio Choreño, de la Fundación Apaxtle, presentó datos sobre la grave contaminación del aire, agua y suelo, afectando a más de 20 millones de habitantes. Mencionó que la industria cementera, al incinerar residuos peligrosos, genera dioxinas, “consideradas las sustancias más agresivas producidas por el hombre”. Estudios realizados por el Instituto Carlos III de España, indican que una cementera puede generar 33 tipos de cáncer en un radio de 5 km.

Alberto Trejo, habitante de Tula, cuestionó la elección de la región para el parque, comparándola con una «cloaca» o «fosa séptica» de la Ciudad de México. Señaló la deforestación de cerros y la falta de control en el manejo de residuos en centros de acopio, citando el caso de un centro clausurado en Tepeji por un incendio.

Se hizo un recuento de los antecedentes legislativos y hechos que han llevado a la propuesta del parque, incluyendo la reforma a la Ley General para la Prevención y Gestión Integral de los Residuos en 2021 y el decreto de zona de restauración ecológica en 2024, que excluyó los terrenos de la refinería.

Denuncian encuesta simulada y a modo

Los ponentes señalaron que la consulta ciudadana del 14 de diciembre es una «simulación» y una «encuesta de opinión» no vinculante, sin garantías de imparcialidad ni información suficiente. Se denunció la propaganda gubernamental a favor del «sí» y la falta de foros abiertos para la deliberación pública.

Rosalina Hernández, del Movimiento No al Basurero en Atitalaquia, propuso un plan de justicia para la región, incluyendo un «pulmón verde» tipo Chapultepec, un programa de «basura cero», una universidad agroecológica, una unidad deportiva, un museo arqueológico, un banco de semillas y una central de abastos de productos orgánicos. También exigió el esclarecimiento del asesinato del compañero Jesús Bañuelos Acevedo y Abisaí Pérez Romero.

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Salvador, del municipio de Doxey, y Angélica Arellano, de la Red de Conciencia Ambiental “Queremos Vivir”, denunciaron que el proyecto es un basurero que recibirá residuos de tres estados, contradiciendo las declaraciones de la secretaria de Semarnat. Responsabilizaron a los gobiernos federal, estatal y municipal de cualquier situación que pudiera ocurrir a los líderes del movimiento.

René Lugo, habitante de Tlahuelilpan, calificó el proyecto como «muerto» desde su inicio por no cumplir con los preceptos constitucionales de certeza, imparcialidad y equidad. Hizo un llamado a defender los artículos 1 y 4 constitucionales, así como los de la Declaración Universal de los Derechos Humanos, que garantizan el derecho a la vida, la salud y un medio ambiente sano.

Los participantes rechazaron las acusaciones de tener intereses económicos, afirmando que su lucha es por el derecho a la vida y a un medio ambiente saludable.

Se invitó a una marcha ciudadana el sábado 13 de diciembre en Tlaxcoapan para expresar el rechazo al parque de economía circular. Se enfatizó que la región ya no soporta más carga contaminante y que la solución no es traer más basura, sino implementar proyectos de «basura cero» y permacultura.

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