No soy de fanatismos pero sí tengo una admiración por ti.
Todo lo que tú representas en la vida.
se me escurre el tiempo por tratar de sentirlo pues tengo la certeza de que nadie más te ha podido ver antes así.
Hoy todo me habla de ti y yo no dejo de oír.
Porque cada que me atraviesa la realidad te veo cruzar el océano de mi mar
y todo, realmente todo, es a causa de tu efecto dentro de mi paz.
No conozco de tus estadísticas ni de nuestras probabilidades, mas entiendo lo pronto que es quererte aunque parezca tarde.
Conozco cada fase de la luna y hoy sé que ha de combinar con el menguante de tus ojos.
Y, aunque no lo creas, das la más cálida LUZ... al Cielo y a la Tierra.
Mientras yo analizo cada uno de mis pasos y cada uno de mis latidos. Sin responderme cómo es que han estado conduciéndome todo este tiempo a ti, incluso antes de saberlo y después de constatarlo.
Sin embargo, me encuentro en este indefinido estado del cual la gente habla tanto y del cual yo ya no había tenido nuevas noticias. Lo sé porque despierto y recuerdo cómo se sienten mis sueños de carácter burlesco gracias a que solo puedo encontrarte en ellos.
Ni yo sé cómo ha pasado esto.
No sé en qué momento y no sé en qué lugar.
No sé si un día en las escaleras,
si un día en el pasillo,
si un día en la puerta.
No sé si en el desayuno,
no sé si al mediodía.
No recuerdo el color de la chaqueta que usaba o el tiempo que hacía.
No sé en cuántos problemas me he metido por hacer realidad un sueño.
«No sé en qué hora miré las estrellas y sentí que te miraba a ti».
Tampoco sé cuál de mis versos fue el primero en pertenecerte.
Realmente, no sé nada si me lo preguntas.
Lo único que sé es que SÍ, es que AHORA y es que TÚ.
Y es que, ¿HOY qué más importa?
También te puede interesar: Verde vida y jazz corazón
También te puede interesar: Con cada fin, un nuevo inicio
La mejor parte de mí es todo aquello irremediable.
