Si yo hubiese sido él, si hubiese tenido la misma oportunidad de llegar a tu vida, si me hubieras querido aún solo un poco de lo que lo amaste a él, te juro, que seguiríamos juntos.
Hubieses notado todo el amor que te tengo, si hubieras tomado mi mano para sostenerte y, no la de él que te empujó al abismo de la soledad y el dolor.
Tan solo si hubiese tenido el mismo porte que él, quizá la misma sonrisa casi perfecta, un rostro lejos de las imperfecciones, me hubieses amado a mí. Y te hubiera correspondido de una manera diferente a la de él. Te habría querido por las mañanas y, por las tardes y, en las noches hubiese admirado tu hermosura, queriéndote otro poco más.
Si yo hubiese sido él…
Sabría lo que es conocer el cielo en cada uno de tus besos, pero no soy él.
No imaginarás todo el amor que me costó poder soltarte por no ser como él. Pero soy todo lo que buscabas, excepto que era el que no te gustaba.
Pero ¿Qué importa si no soy él?
¡No importa en lo absoluto! «El amor no tiene estereotipos, el amor no se busca en un rostro o en un físico.» Supongo que la vida me premiará después con alguien que se entregue por completo a mí.
Y te aseguro que alguien deseará ser como yo, que quisiera poder besarte, abrazarte, hacerte el amor. Y comprenderé, que haré totalmente lo contrario que te hicieron a ti, no querré hacerle daño a esa persona y le daré el lugar que se merece en mi vida.
¡Así que juro, que desearás ser ella!
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