Te pienso con amor, cada palabra, cada gesto, cada chiste que contabas.
Aún recuerdo tu voz y no te voy a mentir, de vez en cuando, la escucho en mis sueños, la atesoro como el mejor recuerdo.
Sigue todo intacto, afuera y adentro, pues siempre vas a tener un espacio muy grande en mi.
A veces no se a donde voy, pero sigo, pues es lo que tú hubieras querido que yo hiciera.
Hay días en que todo se desvanece y me pierdo en ti, en lo que éramos, en lo que yo era contigo aquí.
Pero sé que estás, porque siento la brisa en mi cara, porque veo los atardeceres más hermosos, te siento en cada momento junto a mi.
Porque ya no tengo miedo a nada, se que guías mi camino y que tú me das la fortaleza para avanzar.
Porque en lo más profundo de mi ser sé que alguien me cuida, que alguien me ama y alguien me levanta y sé que eres tú.
Te siento, te respiro y agradezco a la vida haber coincidido en tiempo y espacio; te amaré y te extrañaré aunque ya no estás conmigo.
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En este artículo:Amor, aunque ya no estás, despedida, Recuerdos
Escrito por
María Fernanda Quezada Castro
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