La Aguja Imantada
Te habías anclado en mí, juro que no encontraba respuesta a tu adiós, a tu despedida.
Hola, ¿Qué estás buscando?
Te habías anclado en mí, juro que no encontraba respuesta a tu adiós, a tu despedida.
En ocasiones me he arrepentido, he llorado, he gritado tu nombre en un eterno silencio. Intenté correr detrás de ti, pero mis ataduras me...
Ahora quiero perderme en la paz, en la tranquilidad de un te quiero sincero, no llenar mi soledad con cualquiera.
Los huesos desnudos comienzan una saturación natural y el dolor deja su magnificencia sobre mí, como acero fundido cayendo sobre la piel.