Literatura
Cuando me dije prieto hubo revuelo, fruncieron el ceño las almas mestizas.
Hola, ¿Qué estás buscando?
Cuando me dije prieto hubo revuelo, fruncieron el ceño las almas mestizas.
Los escuchas, aunque los ignoras por miedo. Ellos saben lo que pasa, pero ahora quién te podrá oír.
Te habías anclado en mí, juro que no encontraba respuesta a tu adiós, a tu despedida.
Fácilmente desapareces… Tú eras un instante y yo al menos hoy quería ser para siempre.