Noches de soledad

Y es en las noches cuando pienso en ti. Entre esos sentimientos de culpa por sucesos pasados y las frustraciones por el incierto futuro que la imagen de tu cuerpo desnudo iluminado por la tuene luz de la venta.

Es como volver a la adolescencia, fantasear con alguien es uno de esos placeres que te da la juventud, sin embargo, en ocasiones me permito fantasear y liberar un poco de mí. En esta noche  me permití ser yo, cabe aclarar que soy una persona común.

Mi basta imaginación sólo me concedió que la persona en la que he estado fijándome últimamente entrara en mi habitación y sin mucho alarde se quitó las pocas prendas que poseía, lo sé, lo sé, es un cliché, pero es mi consuelo de esta noche.

En cuanto más se acerca a mí puedo notar que ese cuerpo no es del todo mi creación, ese lunar en el brazo derecho le pertenece a mi primer amor, la forma de su pecho es más bien como los de aquella persona que me rompió el corazón, esos labios se ven como aquellos que me acaban de decir adiós. Pero no lo pienso más y me entrego a mi propio placer, con la mano recorro el cuerpo frente a mí, ese tacto familiar me quiere obligar a regresar, pero en mí la idea de seguir crece y mientras recorro esta obra del subconsciente de punta a punta, jalando un poco las puntas puedo sentir como sus manos envuelven mi asunto con suavidad.

Me pregunto si te extraño, en este momento sé que no, esta noche sólo eres parte de mi propio placer, hoy en plena noche admito que soy un ser egoísta que lo ha olvidado todo: tus detalles, tus gestos, esos momentos que atesoro no me importan. Pues hoy sólo me importa ese tacto en mi piel, esas carisias que estimulan mi ser; frotar, jalar, lamer de arriba a bajo de un lado a otro.

Lo puedo sentir, ¿será real?

Esas manos que juegan con mi cuerpo que hacen lo que quieren, aprietan, rasguñan y azotan dejando marcas. Pero no me importa, pocas veces te puedes dedicar a sentir y dejar de pensar que hay una persona que te juzgan.  Pero esta noche soy, eres, somos todo lo prohibido no hay moral que me alcance en este punto, ahora está pasando todo aquello que jamás permitiría en mi vida, pero está bien si sólo es una fantasía ¿no?.

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Ya no puedo pensar, me centro en acabar ya ni si quiera estás aquí sólo soy una persona solitaria en una noche de insomnio que lucha por alcanzar de nuevo la cordura y dejar atrás el instinto, mis manos entran y salen sin sentido de arriba abajo de manera frenética una y otra vez aumentando la velocidad sintiendo el corazón latir pero sin dejar de ser una bestia desnuda entregándose a nada y dándolo todo.

Para acabar sentir ese liquido fluir, huir de ti para ser consciente de  nuevo, volver a ser una persona con culpas, frustraciones, amores, recuerdos y de todo eso unas pocas manchas en las sabanas son la única prueba de que esta noche dormiste solo.

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