La mañana de este domingo 26 de febrero, jóvenes del “Nodo Apaxco-Tequixquiac” de la asociación civil Ecopil, convocaron a reunirse sobre la carretera Huehuetoca-Apaxco para volar papalotes y caminar hacia el Cerro de la Mesa Ahumada observando majestuosas y melodiosas aves.
Resaltaron la importancia de conservar y promover espacios naturales en medio de zonas impactadas por fraccionamientos, industria y minería.
De acuerdo con el biólogo Ernesto Pérez Montes, se han registrado hasta 120 especies de aves en la región. Algunas de las que se pudieron observar y escuchar en este recorrido fueron la tortolita, zopilote, cuitlacoche, colibrí, huilota, aguililla cola roja, gorrión mexicano, tildío, golondrina de alas acerradas, cuervos y tres tipos de garzas de gran tamaño que rodeaban un depósito de agua (jagüey) en las faldas del cerro.
Después de atravesar el terreno y ver animales voladores, los asistentes prepararon sus papalotes. Quienes no traían, construyeron el suyo con materiales tradicionales: ramas, palo algodonero, cuerda, hilo, pegamento, cinta adhesiva y papel.
Madres y padres de familia disfrutaron volar sus papalotes con los vientos de febrero en compañía de sus hijas e hijos. Durante la premiación al mejor papalote y técnica de vuelo, los organizadores entregaron obsequios y reconocimientos a su esfuerzo.
El evento terminó cerca de las 2 de la tarde a un costado del “Ecopredio”, un terreno que alberga una plantación de magueyes, tejocotes y capulines nativos de la zona, y que según el director de Ecopil, Luis Zúñiga,” esperan que también “pueda replicarse entre los agricultores de la región para fortalecer el suelo ante la erosión y las técnicas agresivas de siembra de maíz y trigo”.
#RedescubreTuRegión, viendo esta breve entrevista que realizamos con los coordinadores de esta actividad ambiental «2º Concurso de Papalotes y Caminata al Cerro de la Mesa Ahumada».
